Wednesday, November 30, 2011

AVANCE DE EL MÉXICO QUE PERDÍ, NOVELA EN PREPARACIÓN

Juan Pinzón nació en las afueras de la ciudad de Puebla, en un humilde jacal cercano a la orilla del río San Francisco, el 19 de diciembre de 1835. Como la mayoría de la gente de su condición social, ignoraba prácticamente todo acerca de su pasado genealógico, pero su tono menos tostado, el verde olivo de sus ojos y el vello abundante que presentó en todo el cuerpo desde que se volvió un hombre indicaban que era un mestizo en toda la extensión de la palabra. Tenía raíces españolas olvidadas durante generaciones de crianza indígena. Su progenitora, Demetria Pinzón, madre soltera, parecía una nahua perfecta, como perfecto era el color uniforme de su oscura piel; no obstante, escondía en sus ojos de miel el germen europeo que ella misma poseía y que revivió con intensidad en su hijo. Así, Juan nació con lo mejor de la belleza y la fuerza de las dos razas que habían dado origen a los mexicanos.
Nadie podía saber si Juan era descendiente de aquellos exploradores españoles que habían llegado con Colón en el viaje de descubrimiento del continente. Demetria no lo sabía, pero podría haberlo imaginado al ver el espíritu aventurero que caracterizó a su hijo desde su nacimiento. Juan era incontrolable: su salud, su vigor y su inteligencia se manifestaron desde sus primeras semanas de vida. Su madre no tenía ningún otro referente sobre el origen de ese ímpetu, pues apenas conoció al padre antes de que éste la embarazara y la abandonara. No era poblano. Eso fue lo único que Demetria quiso decir sobre él a lo largo de su vida.
Pero a Juan no le importaba su padre. No tenía el menor interés en la estirpe, en la sangre, en el abolengo. No tanto por su ignorancia como por su carácter en sí. Emulando a ese posible antepasado, solía perderse desde niño recorriendo los ríos de la ciudad de los ángeles como si pretendiese con ello llegar hasta el océano mismo. Siempre preguntaba qué tan lejos estaba el mar. A su madre, a los paseantes, a quien le pareciera que podía saberlo. Y luego Demetria, angustiada, tenía que buscarlo hasta encontrarse con que el niño había decidido seguir el curso del San Francisco, del Atoyac o del Alseseca pretendiendo llegar hasta su fin. En una ocasión, teniendo ya 11 años, siguió el Atoyac hacia el norte hasta llegar a Tlaxcala, y Demetria no supo de él en días. Otra vez, siguiendo el Alseseca, los peones de la ranchería de Guadalupe Analco estuvieron cerca de matarlo a tiros, pues lo confundieron con un bribonzuelo de su edad que había estado robando animales de la hacienda en días anteriores.
Para el niño no había límites. Aprendió por sí mismo a montar a caballo. O eso creía su madre. Juan asimiló muchas cosas inexplicables para Demetria en sus recorridos por los alrededores de Puebla. Era carismático, por no decir que encantador, y aunque jamás en su vida su ego le permitió desmentir la versión de su madre, resultaba obvio que alguien de alguna ranchería a quien le había parecido un niño simpático le había enseñado a cabalgar. Y del mismo modo aprendió muchas otras cosas más. Era bueno con el lazo, sabía nadar a la perfección y tenía un sinfín de mañas para batirse en la lucha cuerpo a cuerpo. Jamás fue violento, pues más bien poseía un carácter jovial, pero cuando le provocaban hacía gala de taimado, amén de la nada despreciable fuerza que había extraído como un milagro de la carente alimentación que Demetria pudo darle hasta que él comenzó a ganarse sus primeros centavos.
Al principio, su madre tampoco supo el origen del dinero que Juan le llevaba. Naturalmente, temía que robara o que le quisiesen robar. Pero el muchacho no era ladrón. Había aprendido el oficio de la carpintería, y trabajaba como ayudante de un maestro que tenía su taller en la ciudad.

Wednesday, November 23, 2011

¡Nuevo pin up del maestro Louga para Grahkka!

Después de mucho tiempo, seguimos adelante pese a todo con este proyecto. El maestro Arturo Louga tuvo la gentileza de volver a ilustrar a nuestra querida Drekgeder Krer. No olviden visitar su página (http://arturolouga.net/wp/) y tomar su curso de ilustración.
Acá el magistral pin up:


Y si quieren leer el comienzo de la historia de esta bellísima guerrera, vayan acá:

http://www.ghistorieta.com.mx/er11.htm

Wednesday, November 09, 2011


El maestro Arturo Louga, director artístico de Grahkka Cómics e ilustrador de larga y reconocida trayectoria, ha lanzado su sitio web. Los invitamos a conocerlo. Además, en él pueden encontrar los datos para tomar su curso de ilustración en línea. ¡Créanme que vale la pena!

Acá el enlace:
Ir a la página de Arturo Louga